La Feria del Libro es una excelente oportunidad para investigar sobre cómo interviene el espacio en la organización urbana de la ciudad, se pueden encontrar diversas publicaciones respecto a barrios, a la historia de espacios de la ciudad.

Lo que se puede concluir es que el avance y desarrollo de la actividad inmobiliaria, ha respectado en algunos casos la visión de una identidad porteña, más allá de la tecnología, de los cambios en la fisonomía edilicia.

El rescate de esa identidad se nota precisamente en la escala humana, la denominación de “Barrio”, no es casual, es causal, la historia que cada barrio ha colectado a través de sus artistas, escritores, visitas ilustres, ofrecen un contexto interesante como opción; por lo tanto, como valor, aspecto que no es ignorado por los negocios inmobiliarios, como muchos suponen.

En algunas ocasiones, hay localizaciones que cuentan con lo que podemos llamar el índice de escala humana, involucra la vecindad, sucesos que por su importancia histórica son eternamente actuales.

 Av. De Mayo, Rivadavia, es casi un lugar común entre artistas, entre los más interesantes, García Lorca, que se alojó en un famoso hotel de Av de Mayo, cerca del Congreso, en el año 1933.

Considerada la principal arteria de la ciudad, la Av. Rivadavia cuenta con la mayor cantidad de líneas de Colectivos, la línea A, la atraviesa con sus 16 estaciones.

Son memorables los cafés y diferentes teatros y cines, tradicionales de la zona, Teatro Liceo, el más antiguo actualmente en Buenos Aires, El cine Gaumont, el espacio cultural INCAA.

Lo viejo y lo nuevo conviven en el Barrio Congreso, no es que lo uno desplace a lo otro, van construyendo una fisonomía con identidad única.

Pronto podrá verse el comienzo de un nuevo desarrollo, el edificio Tango Work and Live, En Rivadavia 1900, para sumarse a las opciones del barrio, con su propio aporte al índice de escala humana y con un modelo de financiación de Fideicomiso al costo, propuesto por la inmobiliaria Mazzei Propiedades.

Tecnológicamente de vanguardia, este edificio está planeado con todas las comodidades del mundo moderno, preparado para los desafíos que propone la zona, entretenimiento, comercio, facilidad de traslado, y cercanía con el Congreso, punto neurálgico de actividades.

Poetas y escritores se han inspirado en la calle Rivadavia, por citar alguno; de Gustavo Riccio, de Un poeta en la ciudad, En octosílabos de esos/ que se cantan con guitarra,/voy a decir el elogio/de la calle Rivadavia./A ella le debo el sol/que se me pega en la cara,/el sol que ya no es de todos/y que Dios a todos manda.

Otro de los dilectos personajes, Leopoldo Marechal, vivió en la calle Rivadavia, de sus paredes colgaban cuadros de Picasso; algunos dicen que aún puede sentirse al alma del poeta en el barrio, ya que falleció en esta casa en 1970.

Caminamos una calle sin hablar/Avenida Rivadavia, dice la canción de Manal, habla de  relaciones humanas, de la inevitabilidad de darle a la calle lo que la calle pide, sonidos, espacios, arte; barrio especial donde ocurre lo que ocurre sólo por estar paseando por la zona.

Inspiración, funcionalidad, arte, el barrio Congreso es uno de los puntos neurálgicos de una ciudad en la que tener un espacio de tranquilidad y equilibrio planteará una opción diferente en la misma calle Rivadavia de siempre.

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